martes, 8 de septiembre de 2009

Helecho de amor

Apareció en mi vida la primavera de hace unos años... Como quien no quiere la cosa. En un paseo, ¡zas! y de repente tropecé con él y vinieron a mi mente recuerdos de películas de amor. De las americanas, esas de las que las estás viendo y sabes que nunca te pasará algo tan romántico (o pasteloso, según se mire ) como pasa en las pelis...
Y lo dejé entrar en mi vida, al principio, como una mínima presencia. Con el tiempo, fue recogiendo protagonismo.
Estaba ahí cada día, constante, alegrando mis días, dándoles color. Me preocupaba por él, intentaba que no le faltara de nada.

Hasta que un día, decidí cambiarlo de lugar... Debía dejar de ocupar cierto sitio en mi corazón. Y empezó a marchitar. Aunque no sé qué marchitó antes: si él o mi corazón.
Le fue difícil acostumbrarse al cambio. Le costó... y nunca volvió a recuperar aquel color, aquel brillo que despuntaban sus verdes hojas... Pero lo intentó y sobrevivió al cambio. Se aposentó en una esquina del jardín, entre tanta flor nueva, entre tanto colorido, sin destacar.... Pero seguía ahí. Estaba en mi corazón.

Su presencia sigue ahí, aunque ahora ya no sepa si viene o si va, si florece o marchita...
Las últimas noticias, anunciaban una muerte. Pero la verdad, es que no me he vuelto a preocupar. Sólo espero que como yo, haya encontrado su lugar.

No hay comentarios: