domingo, 30 de agosto de 2009

Inspirada por Speed Máxima Potencia

Un viaje. Un autobús. La vida es un viaje, un camino que andar... Y yo lo veo como un autobús en el cual sube y baja gente cada día. Unos suben y otros bajan. Entran y salen. No sé hasta qué punto depende de nosotros, los conductores, el hecho de que la gente, los pasajeros en este caso, se queden en nuestro autobús hasta el final del trayecto. Que hagan todo el viaje sin apearse en ninguna de las paradas de nuestra vida.

En la vida de cada uno, hay pasajeros que no deberían bajar nunca, porque son pasajeros imprescindibles.
Está claro que un viaje, nunca es el mismo si no se comparte. Las mejores cosas son las que se pueden compartir. Y el hecho de compartir el viaje con tus pasajeros es lo mejor que puede pasarte. Eso sí, hay que cuidarlos, protegerlos con una conducción suave y pausada. En definitiva, cuidarles.

Yo como cada uno de vosotros tengo un pasajero importantísimo en mi autobús. Y quiero que sepa que nunca, va a poder bajarse porque la quiero a mi lado. Porque la necesito acompañándome en este viaje como lo ha hecho siempre.


Como dicen en el norte... Asko Maite Zaitut Ama

martes, 18 de agosto de 2009

L'Empordà

Aquí os dejo el link y la letra de una de las canciones que más me amenizaron el camino.

www.youtube.com/watch?v=-6PNHbnsp7w&feature=fvw

¡Qué grandes!


Nascut entre Blanes i Cadaqués
molt tocat per la tramuntana
d´una sola cosa pots estar segur
quan més vell més tocat de l´ala.

Sempre deia que a la matinada es mataria
però cap el migdia anava ben torrat
somriu i diu que no té pressa
ningú m´espera allà dalt
i anar a l´infern no m´interessa
és molt més bonic l´Empordà.

Varen passar ampolles i anys
i en Siset encara aguantava,
dormint la mona a la vora del Ter
però ell mai no si tirava.

Sempre deia que a la matinada es mataria
però cap el migdia anava ben torrat
somriu i diu que no té pressa
ningú m´espera allà dalt
i anar a l´infern no m´interessa
és molt més bonic l´Empordà.

I quan veig la llum de l´alba
se´m treuen les ganes de marxar
potser que avui no em suïcidi
potser ho deixi fins demà.

¡El viaje!

Sí, eso... El viaje, y qué viaje! Podemos darlo por bueno porque llegué a buen puerto a la hora estimada. Vamos, que no me perdí. Y para los más recelosos: tampoco me dormí.
Eso sí, hubo algún que otro momento... ¡vamos Virginia que tú puedes!

Porque... ¿cómo olvidar ese momento en el que el amable señor de Balearia me dice que mi billete no se ha pagado y que no puedo embarcar?
... y cuando mi queridísimo bólido decide plantarse y que no sube la rampa del barco?

Del resto, demasiado bien para ser yo. Ninguna otra metida de pata considerable. Sí, sí... 636 km, 6 horas de coche, 42€ de Gasoil, tres peajes y mil una canciones que lo amenizaron un poco.

Conclusión: Satisfecha!!